jueves, 24 de noviembre de 2016

LA ADICCIÓN AL TRABAJO


La adicción al trabajo se define como la implicación excesiva y progresiva de la persona en su actividad laboral, sin control ni límite, y abandono de actividades que antes realizaba. Este exceso de implicación no se explica por necesidades laborales objetivas, sino por necesidad psicológica de la persona afectada. Comprende a aquellos trabajadores que, de forma gradual, pierden estabilidad emocional y se convierten en adictos al control y al poder, en un intento por lograr el éxito.

Es una de las adicciones comportamentales más aceptadas y justificadas socialmente y el laboradicto tiende a negar su problema. Generalmente son personas perfeccionistas.

No hay una definición médica para tal condición, emparentada con el síndrome de burnout (síndrome del quemado). Sin embargo, algunas formas de estrés y el trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva pueden estar relacionados con el exceso de trabajo. Aunque el término workaholic tiene una connotación negativa, se usa a veces para personas que expresan fuerte motivación hacia una carrera u oficio.

El “trabajo” en cuestión, usualmente asociado a un empleo pagado, puede también hacer referencia a actividades tales como deportes, música o artes.

Aunque se observa en ambos géneros, afecta en su mayor parte a profesionales varones entre 35 y 50 años, profesionales liberales y mandos intermedios, en los cuales la adicción al trabajo suele disimular problemas afectivos en la familia o en la pareja.

En estas personas el trabajo constituye el centro de su vida y su refugio, quedando todo lo demás, incluida la familia, el ocio y la vida social, en un segundo plano. Resulta habitual que lleven trabajo a casa para acabarlo por la noche o los fines de semana y pueden mostrar algo parecido a un síndrome de abstinencia durante las vacaciones. Son personas insatisfechas o irritables cuando están fuera del trabajo.

Las consecuencias más graves de son: relaciones familiares deterioradas, tendencia al aislamiento, malhumor, desinterés por las relaciones interpersonales no productivas y problemas de salud. Además, puede observarse consumo abusivo del alcohol y tabaco, tiempo libre muy reducido y alteraciones del sueño.

El adicto al trabajo suele negar el problema, evidenciando una distorsión en la apreciación de la realidad apoyada a menudo por el consenso social, ya que el trabajo intenso en general está bien visto, escapando a los observadores su carácter patológico.

Resulta obvio que no toda dedicación intensa al trabajo es adicción. Puede haber personas que trabajan mucho pero que saben desconectarse en su tiempo libre.

Existen tres tipos de adictos al trabajo:
  • Complacientes: se caracterizan por ser menos ambiciosos y más sociables que los otros adictos. Para ellos la aprobación del jefe y de los compañeros de trabajo es de gran importancia. Se callan sus problemas y tienen más posibilidades de caer en una depresión.

  • Controladores: son independientes y ambiciosos, y odian perder el control. Cuando descienden en su rendimiento laboral, se vuelven ansiosos e irritables.

  • Narcisista controlador: su personalidad está desequilibrada y, en situaciones de tensión, puede llegar a la despersonalización (sensación de no ser uno mismo, de no conocerse a sí mismo) y a la desrealización (sensación de estar fuera de la realidad, de ver y experimentar lo circundante como un sueño). Son egocéntricos.

Test  de auto-evaluación para Adicción al Trabajo:

  • ¿Suele retirarse de su trabajo después de la hora de salida?
  • ¿Suele llevarse alguna lectura-informe a su casa?
  • ¿Lo llaman con mucha frecuencia por teléfono de su trabajo a su casa?
  • ¿Siente que hace algo incorrecto cuando se va del trabajo a una hora diferente del resto de las personas?
  • ¿Tiene en su agenda más teléfonos de colegas que de amigos?
  • ¿Las vacaciones le resultan interminables a partir de la primera semana?
  • ¿Se queja continuamente de que le falta tiempo?
  • ¿Sus conversaciones suelen ser casi siempre sobre el trabajo?
  • ¿Se plantea o reconoce que el trabajo le requiere continuamente?
Si contestó afirmativamente a varios de estos ítems, el probable que usted esté padeciendo una adicción al trabajo.

Tratamiento

Para solucionar un problema de adicción al trabajo primero hay que reconocer que lo padecemos. La terapia más eficaz es la Terapia Cognitivo-Coductual sola o acompañada con tratamiento farmacológico en los casos que así lo requieran.

Se debe trabajar en establecer un contrato terapéutico en el cual se debe realizar un inventario de uno mismo, un análisis en profundidad de la trayectoria vital, establecer un programa de actividades alternativas que tendrá que cumplir obligatoriamente, aprender a manejar el ocio, reducir, de forma paulatina, las horas que se dedican al trabajo, priorizar lo urgente y lo que no lo es tanto, entrenarse en técnicas de relajación, y cambiar las actitudes, confrontando las ideas erróneas sobre el perfeccionismo y el éxito.



¿Siempre está corriendo contra el reloj? ¿Se ocupa en varias tareas a la vez? 
¿No se puede relajar durante el fin de semana? ¿No puede delegar tareas? 
La adicción al trabajo es un trastorno con consecuencias serias. Cómo reconocerlo y salir.


RAZONES PARA SER ADICTOS AL TRABAJO


El psicólogo industrial y presidente de Psicólogos Sin Frontera, Eduardo Pinedo, explicó que generalmente cuando una persona se convierte en adicto al trabajo busca escapar de una situación de sufrimiento o disconformidad, ya que psicológicamente cuando te refugias en algo descuidas otras áreas.

LA ADICCIÓN AL TRABAJO - UNA ENFERMEDAD REAL


Martha Suescún, directora de la fundación Liberarte, nos habla sobre la adicción al trabajo, y de como está enfermedad puede afectar tanto la vida personal como la laboral.

LA ADICCIÓN AL TRABAJO ES UNA ENFERMEDAD


Tulio Monsalve, psicólogo industrial y experto en negociación de conflictos, expresó que la adicción al trabajo es una enfermedad "las personas no tienen la capacidad de controlar una voluntad a dedicarse a algo determinado". Agregó que el inconsciente impulsa a las personas a trabajar en exceso.

ADICCIÓN AL TRABAJO - WORKAHOLIC


La adicción al trabajo es una “obsesión”. Quienes presentan estos síntomas no se pueden desconectar de su oficina, disfrutan haciendo horas extras y no saben lo que son los feriados o vacaciones. Según estudios, los adictos al trabajo suelen ser personas de entre 35 y 45 años, perfeccionistas, que prefieren trabajar individualmente y que necesitan controlar todo. Cuanto más intensa es la obsesión, menor es el nivel de felicidad reconocido. Todos ellos tienden a negar lo que les sucede. Para su diagnóstico es necesario la presencia obligada de dos elementos: compulsión y trabajo excesivo.
El término compulsión es fundamental en la adicción. No sólo es importante el hecho de que la persona trabaje muchas horas, sino también la razón por el que lo hace. Así, para que se considere adicción, el motivo principal debe ser la compulsión por trabajar, la culpabilidad que experimenta la persona si no lo hace o los síntomas de ansiedad que se generan ante la imposibilidad de trabajar. Los expertos señalan que dedicar más de 50 horas a la semana al trabajo puede determinar la adicción.
¿Cuales son las consecuencias?
Problemas físicos: Los expertos señalan que dedicar más de 50 horas a la semana al trabajo puede determinar la adicción
En España, esta adicción afecta en torno al 12% de los trabajadores. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 8% de la población activa española dedica más de 12 horas al día a su profesión. Un problema que antes era en general masculino, y que cada vez afecta a más mujeres, por su incorporación progresiva al mundo laboral.
Efectos psicológicos: Pueden ser más o menos evidentes, aunque empeoran a medida que progresa la adicción. Incluso a menudo, conllevan complicaciones físicas relacionadas con la sintomatología del estrés: alteraciones gástricas o cardiovasculares, como hipertensión arterial e infarto.
Trastornos en el ámbito social: caracterizados por la reducción de su círculo de amistades y por dificultades familiares por el descuido de pareja e hijos. 
Una mala alimentación y pocas horas de sueño (para maximizar el tiempo que tienen para trabajar), así como del exceso de trabajo al que hacen frente de forma diaria inciden negativamente en la salud física. “Las alteraciones sociales y familiares se producen por el desequilibrio que existe entre el tiempo y esfuerzo que se invierte en el área laboral y la no laboral”. Cuando, además, las personas adictas al trabajo consumen sustancias ilegales para aumentar su rendimiento laboral y superar el cansancio y la necesidad de dormir, el cuadro se agrava. El papel de las empresas para detectar estas conductas es esencial y obligado, ya que están consideradas como factores de riesgo laboral.
Tambien se observa el fenómeno denominado “presentismo laboral”; es un término que hace referencia a las personas que trabajan a pesar de estar enfermos, lo que provoca un bajo desempeño en sus actividades. Hoy en día, este concepto engloba más condiciones, resultado de no poder desempeñar las funciones al 100%: depresión, ansiedad, problemas de pareja, entre otros. La clave está en la falta de concentración, que se traducen en una gran falta de productividad. En la nueva era de Internet, este término también se asocia a perder el tiempo con web no relacionadas con el trabajo, una práctica que realiza más de la mitad de la población. Muchos adictos son presentistas, pero no todos los presentistas pueden considerarse adictos. A la larga, este comportamiento afecta a todos los ámbitos de la persona y deriva en ausentismo.
¿Como se si soy un adicto al trabajo?

Para reconocer a alguien que simplemente le gusta su trabajo de alguien que es adicto a él, los especialistas han creado un pequeño cuestionario. Si la mayoría de las respuestas son positivas, !! hay que preocuparse!!.
1. Parece que estoy en una carrera contrarreloj.
2. Me encuentro continuamente trabajando después de que mis compañeros ya se han ido a sus casas.
3. Para mí es importante trabajar duro incluso cuando no disfruto de lo que estoy haciendo.
4. Generalmente estoy ocupado, llevo muchos asuntos entre manos.
5. Parece que un impulso interno me lleva a trabajar en exceso, es un sentimiento de que es algo que tengo que hacer tanto si quiero o no.
6. Dedico más tiempo a trabajar que a estar con mis amigos, practicar hobbies o hacer actividades de placer.
7. Me siento obligado a trabajar en demasía, incluso cuando no lo disfruto.
8. Me encuentro haciendo dos o tres cosas al mismo tiempo, como comer y tomar notas mientras estoy hablando por teléfono.
9. Me siento culpable cuando tengo un día libre en el trabajo.
10. Me resulta difícil relajarme cuando no estoy trabajando.
Aplicate este cuestionario y así podrás concluir si eres ¿trabajador o trabajólico?



Dr. Cesar Lozano

LA ADICCIÓN AL TRABAJO